Un bloguero es, en esencia, su jefe, su empleado, su clase, su tirano, su oprimido, su grupo, su sindicato, su rey, su súbdito. Quien lee a un bloguero no lo engrandece más que lo que él se engrandece a sí mismo, y sin embargo, cada bloguero escribe para sí mismo con la ilusión de que otros le lean.
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