Aunque hace casi 10 años que nos asesinaron tu presencia física, siempre el 6 de diciembre es un día de sonreir. A pesar del tiempo que ha pasado, aún tu risa resuena en mi cabeza y sé que así permanecerá en mi memoria como en la de todos tus amigos.

No me cuesta mucho trabajo imaginarme cómo serías hoy día, quizás con dos o tres carajitos jodones como tú a los cuales sin duda los llamarías “pequeñas máquinas de hacer pupú”. Ya serías más calvo que Luis José y quizás tan gordito como cualquiera que haya criado a golpe de cerveza una orgullosa barriga (bueno, y también con tacos, aunque tampoco tu abuela ya está con nosotros).

A ti te debo una palabra que muchos piensan que yo inventé porque la utilizo con frecuencia. Refleja esa brutal paradoja de no poder hacer algo, de estar incapacitado de conseguir alguna cosa, por fácil o placentera que pareciera. Un tapón, un jefe, un calorazo… casi cualquier cosa compleja tú podías definirla como “inmamable” y así uno quedaba con una imagen de la frustración de ni siquiera poder coger “el gutico” de hacer algo. Quizás como homenaje, por que me gusta recordarte, muchos me escuchan decir esa palabra. Y cuando la oyen por primera vez, todos sonríen, como sonreí yo la primera vez, por lo jocosa de la idea. Así eras, sacándole lo jocoso a todo.

Men, te has dao grande entre nosotros. A casi diez años de que dejamos de verte eres toda una leyenda, algo así como nuestro Marilyn Monroe BBSiano. ¿Recuerdas que cuando entrábamos a los BBS y veíamos tu nombre ASHLEY y pensábamos que eras una rubia alta con las tetas grandes? Well, de alguna manera guardas similitud con la Monroe en eso para todos nosotros.

No sé si eres un ángel que nos miras y te cagas de la risa leyendo las vainas que hablamos aquí, en Facebook, en BBM y Whatsapp y cuando nos juntamos los 24 y 31 o en cualquier otro momento. Me gusta pensar que es así, que algo de tu alegría flota alrededor de nosotros y que de alguna manera cósmica te ríes cuando nos reímos y lloras cuando se nos sale una lagrimita.

Recuerdo que cuando Vielka nació, tú fuiste el primero en visitarla y regalarle un juguete (un sonajero que luego heredó Lía la de tu hermano Miguel). Como vivías cerca de donde vivo ahora, sospecho que ya conocerías a Isabella también y yo atesoraría ese primer juguete para pasarlo como antorcha al próximo hijo de BBSiano que nazca.

No me cuesta imaginarte. Es justamente lo bueno de ser bueno, que la ausencia solo es física porque tu “buenagentura” ha trascendido los años y sigue viva entre nosotros. Te aplaudo en tu nuevo cumpleaños, porque siempre cumples años los 6 de diciembre.

Gracias por todo, Ashley.

Ashley era la definición de sonrisa

Ashley era la definición de sonrisa

1 Comment Feliz cumpleaños, inmamable

Deja un limón acá