Internet está llena de estupendas ideas implementadas de manera magistral. Creo firmemente que Postcrossing es un buen ejemplo de esta frase. ¿De qué se trata? Sencillamente, Postcrossing busca reavivar el viejo pasatiempo de enviar y recibir postales físicas. Hace ya muchos años, cuando la tecnología era aún el dominio de científicos locos, el arte y la disciplina de enviar correspondencia por correo era una de las mejores maneras de conocer otras culturas y formas de pensar. Recuerdo que en una revista, no sé si GeoMundo, Mecánica Popular o National Geographic, tenían una sección de intercambio de direcciones, y podías seleccionar una o varias personas y enviarles una breve carta o una postal. Yo recuerdo haber intercambiado postales y cartas con personas en Argentina y México, y realmente la emoción de recibir una carta o una postal transformaba el día completo en una maravilla.

Hoy día, la versatilidad y la eficiencia del correo electrónico y los sistemas de mensajería instantánea han hecho que perdamos la capacidad de asombro sobre el hecho de que alguien en un país lejano se haya tomado la molestia de escribirnos y enviarnos algo. La inmediatez engulló la expectación y hoy día cualquier programa de televisión recibe mensajes de cualquier rincón del mundo para reportar sintonía. Por eso, Postcrossing viene a ser un proyecto maravilloso, educativo, gratificante y culturalmente sano.

¿Cómo funciona?

Lo primero es suscribirse al servicio y proveer una dirección física que será en la que recibiremos nuestra correspondencia. Obvio, la dirección ha de ser real. Una vez suscritos, conviene escribir algunos lineamientos en nuestro perfil, a fin de facilitar a los demás el que sepan cuáles son nuestros gustos y preferencias en torno a las postales.

Cuando ya estamos listos, podremos solicitar un máximo de cinco direcciones de usuarios seleccionados por el sistema de una “cola de disponibles”. No conocemos a estas personas, jamás las hemos visto, y pueden ser absolutamente de cualquier lugar del mundo donde hayan miembros de Postcrossing. Cuando solicitamos una dirección, el sistema asignará un código único que deberemos escribir en la postal.

Cada dirección que solicitamos incluirá el nombre y el perfil de su dueño, donde leeremos los requerimientos especiales que pueda tener el usuario (si alguno). Seleccionaremos una postal que se ajuste a las solicitudes del usuario y la enviaremos a su dirección, escribiendo de manera bien visible el código que nos fuera asignado (es buena idea escribirlo en dos lugares diferentes de la postal).

Cuando nuestro destinatario reciba la postal, la registrará en el sistema como recibida, y esto se hace sencillamente introduciendo el código que lleva impreso la postal. Cuando el sistema identifica que nuestra postal llegó a destino hará dos cosas:

1. Seremos el próximo miembro en la cola de elegibles, de forma que cuando un usuario en cualquier parte del mundo pida una dirección, saldrá nuestra información y nuestro perfil, con lo que aquél usuario hará el mismo proceso que hicimos nosotros en primer lugar.

2. Nos permitirá seleccionar una nueva dirección para enviarle otra postal.

Además de todo esto, el sistema permite enviar mensajes privados a los demás miembros, por lo que es común que un mensaje llegue de alguien de un país cualquiera, interesado en realizar un intercambio privado (por fuera del sistema de Postcrossing), para lo que los usuarios convendrán en intercambiar sus direcciones.

El sistema es súper interesante, sin duda alguna. Yo me suscribí hace casi cinco años y aunque empecé con ánimo al final lo solté en banda y ahora lo estoy retomando. Mi principal interés es compartir con Vielka este arte casi olvidado y aprender con ella sobre lo que otras personas en el mundo viven y hacen. De mi primer acercamiento a Postcrossing mantengo amistad con una chica de Holanda que se mudó a Taiwán.

¿Dónde conseguir postales?

En montones de lugares existen postales para la venta, y no son caras. He visto en Jumbo y en La Sirena, pero seguramente en cualquier centro comercial aparecen, así como en puntos turísticos como El Conde. El precio va desde 5 a 10 pesos por postal.

¿Y cómo las envío?

Eso es un poco más complicado, pues si de algo carecemos es de un sistema de correo decente. Sin embargo, hay estafetas del INPOSDOM en algunos puntos del país, y quizás el más conocido es el que está en el segundo nivel del Multicentro Churchill. Allí hay un cubículo del INPOSDOM donde reciben correspondencia. Hablé con el dependiente y me dice que los costos de envío de postales son irrisorios: RD$20 por postal, sin importar el lugar del mundo al que se envíe. Sólo 20 pesos por hacer que alguien en el otro lado del mundo reciba una escena típica dominicana, una playa de areas doradas, un colorido traje de carnaval…

Así que finalmente decidí volver a Postcrossing. En el mismo Multicentro seleccioné 37 postales y las empezaré a distribuir a partir de ya. Na… probablemente más de uno de ustedes pensará “qué pendejuana más zángana”… pero si lo piensan, esto tiene mucho de terapia y cultura casi gratuita. Y para los niños será una maravillosa manera de interactuar con algo “de cuando Cuca bailaba” que con el tiempo probará ser muy agradable.

¿La única desventaja?

Que habrá que sacarle un regalito al cartero en Nochebuena…

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7 Comments Postcrossing, un proyecto educativo y cultural

  1. Damarys Cuevas

    Que buenos recuerdos me trajo este articulo. En mi adolescencia por alla por los ’80 leia muchas revistas para adolescentes. Era la epoca del grupo Menudo, Los Chicos, Los Chamos y demas. En esas revistas siempre habia una seccion para intercambiar correspondencia con otros adolescentes que compartieran los mismos gustos. Yo llegue a intercambiar postales y articulos promocionales con chicos de Colombia y Venezuela. Me acabo de inscribir en Postcrossing, quiero revivir esa experiencia. Gracias Dario

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  2. Rocio Diaz

    Realmente, se trata de un arte casi olvidado. Concuerdo contigo en el sentido de que intercambiar postales por gente en otros países es algo cultural y terapéutico porque aunque sea por breves momentos nos permite desconectarnos un poco de la red y disfrutar del mundo físico y todo lo que nos ofrece. Buen post, una lectura ligera para el inicio de semana.

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  3. Franchesca Acosta Adames

    Me encanta compartir e intercambiar cartas o postales. En lugares públicos hay postales de cortesía para los visitantes (las he visto en barcitos y restaurancitos de la zona colonial)

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  4. Yaindry Nova Espinal

    De mucha ayuda mi ultima duda era la de como enviarlas 🙂

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  5. cgirl

    Recien me entere sobre el postcrossing y estaba contempplando la posibilidad de unirme a la red. Que grata sorpresa fue encontrar un articulo escrito por un dominicano sobre este interesante pasatiempo!
    Los detalles que has expuesto me han animado definitivamente a unirme a este proyecto cultural tan interesante.
    Muchisimas gracias!

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  6. Aurora

    Me encanta la forma de redacción tan simple y cercana, y por supuesto la idea de retomar esta maravillosa acción. Gracias!

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    1. @dariomartinezb

      Vaya, qué lujo tu comentario. Gracias Aurora. Es una pena que el correo dominicano aún está recuperándose de la pandemia. Lo de las postales estuvo francamente detenido desde entonces. Saludos cordiales!

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