El crimen no tiene edad

Los legisladores han propuesto aumentar las penas de cárcel para los menores de edad que sean declarados culpables de delitos de carácter punitivo. Se plantea que si el menor delincuente tiene entre 13 y 15 años, sufra una reclusión de entre 3 y 10 años. Para los menores entre 16 y 17, las penas serían de entre 5 y 15 años.

El debate, como muchos otros en mi país, está en un punto de tranque. Diversos sectores apoyan el aumento de las penas mientras que muchos otros se oponen. Hay argumentos contundentes a ambos lados del problema.

Pero creo que nada enfoca la verdadera situación.

Evitar la delincuencia juvenil

Uno de los argumentos más fuertes que esgrimen quienes se oponen al aumento de las penas a los menores de edad es que “no resuelven nada” y que “en ninguna parte se ha reducido la tasa de criminales incrementando las penas”. Yo no sé de eso, pero creo firmemente que el menor que actúa como adulto para matar y robar, debe pagar como adulto por su maldad.

En torno a las políticas sociales que ayuden a prevenir la delincuencia, yo apoyo que se fomenten. El problema con eso de evitar la delincuencia de manera preventiva es que NUNCA da resultados a corto plazo. Esas políticas son, por naturaleza, programas que toman años de aplicación para empezar a rendir frutos. ¿Tenemos ese tiempo? Lo dudo. La tasa de criminalidad de nuestro país no aguanta más proyectos sin que se ataque de golpe a los infractores de hoy. Aumentar las penas siempre será una medida correctiva, y por eso mismo, ineficaz si no se acompaña de planes para que se reduzcan los incidentes. Sin embargo, endurecer las cuotas de cárcel y multas es un paso necesario e impostergable. Aunque no estoy de acuerdo con que la edad siga siendo el punto definitor entre una pena de 10, de 15 o de 30 años por un homicidio, pienso que es necesario que la juventud sepa que arriesga mucho más por su crimen.

Muchos dicen que aumentar las penas a los menores de edad constituye un paño tibio, que sólo enfoca la consecuencia y no la causa. Yo estoy de acuerdo pero pienso que una forma de ir combatiendo el crimen es endureciendo el castigo, mientras los programas de prevención dan frutos. Pienso que la prevención tiene que estar basada en la continuidad, y no que cada gobierno empiece desde cero a crear políticas, pues así nunca veremos resultados.

Señores, hay que entender que el país ha cambiado. Hace 30 años, un muchacho de 13 años todavía jugaba con carritos y las muñecas eran mantenidas por las chicas hasta bien entrada su adolescencia. Los muchachos de ahora son “miniadultos” cada vez más pronto, y con una supervisión cada vez más pobre, muchos se dedican a delinquir cada vez a menor edad. Lo mismo pasa con el embarazo adolescente y con el trabajo infantil. Todos estos males han crecido en los últimos años. ¿Por qué amarrarnos a una edad específica cuando cada vez más jovencitos actúan como adultos torcidos?

Yo quiero abstraerme un poco y a pesar de que no soy jurista ni abogado ni nada parecido, vuelvo a ver que quienes hacen las leyes, con frecuencia, usan puntos de inflexión que son terriblemente endebles a mi modo de ver.

¿Están más o menos muertos los seis taxistas asesinados por una banda de menores de edad, sólo porque al momento de los hechos esos delincuentes aún no tenían 18 años?

¿Una mujer que sufre violación sexual tiene menos derecho a sentirse ultrajada y abusada si el violador es un menor de edad? Si saliera embarazada por dicha violación, ¿el producto que llevaría en su vientre (si decide conservarlo) sería más o menos humano dependiendo de la edad del violador?

Nuestros códigos penales son frágiles cuando entran a juzgar delitos de menores de edad. Basar un castigo en un acta de nacimiento es un contrasentido inmenso en un país donde cualquier muchacho aspirante a pelotero puede quitarse hasta cinco años de encima pagando una borona.

Peor aún, diferenciar el castigo de delitos graves mirando si el delincuente tiene o no 18 años quita los ojos del daño provocado e importantiza una burocracia que todavía tiene grandes huecos procedimentales.

Los delincuenpuntos: Una revolución integral

Si a mí me pidieran opinión (cosa que nadie ha hecho, pero este blog lo pago yo), mi propuesta para reformular la jurisprudencia dominicana no se apoyaría en la edad a la hora de determinar lo que debe pagar un delincuente por su crimen. Yo quisiera aplicar un sistema muy común en el comercio: Un plan de puntos.

Esta idea no es original mía. Surgió hace más de 10 años en mi grupo de amigos, los BBSianos, y su autor es uno de mis más apreciados amigos que disfruta mantener su anonimato.

Los planes de fidelización de las tiendas por departamentos y las tarjetas de crédito son, a mi modo de ver, la clave para humanizar y justificar la justicia. Ustedes saben cómo funcionan esos planes: Cuando compras pon primera vez te inscribes en el sistema y a partir de ahí vas acumulando puntos por las cosas que vas comprando o por los consumos que realizas. Algunas acciones te dan más puntos que otras y es posible que comprando determinado servicio o artículo, tengas más beneficiosas que con otros, de acuerdo a una escala establecida. El caso es que con cada consumo vas aumentando tus puntos acumulados y llegará un momento en el que te premiarán con algo que te hará feliz.

Los “delincuenpuntos” son algo así, pero sin el final feliz. Y deberían funcionar de la manera más abarcadora posible, yendo desde lo meramente civil hasta lo más crudo del ámbito penal.

Sé que la jurisprudencia contempla la reincidencia como un agravante de los casos, pero hay una cosa que los abogados dicen y que a mí nunca me ha cuadrado: “cada delito es independiente”. Pienso que esa inadmisibilidad de contextualizar a un delincuente a la luz de sus delitos previos es una aberración del sistema que debe terminar.

¿El hecho de que un criminal haya cometido varios robos a mano armada y haya sido juzgado y condenado por ellos, acaso no importa cuando esté siendo juzgado por homicidio? O, para ponerlo más suave, ¿una persona que acumule 10 infracciones menores de tránsito no debería recibir más castigo al provocarle la muerte a un peatón en un accidente, que una persona que también mató a un peatón pero tenía un registro limpio de multas?

Yo creo en la trayectoria de las personas. Cuando alguien (sin importar que tenga 13, 18, 50 años de edad) tiene un versátil prontuario delictivo, esa persona tiene que pagar por el crimen que se juzga de acuerdo a su historial. Su pena debe ir acorde a su experiencia, tal como pasa en los empleos.

Los “delincuenpuntos” tienen una escala de asignación y como dije, contemplan el ámbito civil y el penal a la vez. Es un sistema que evalúa a los infractores de la ley de acuerdo a sus hechos, sin tipificar las cosas.

Los “delincuenpuntos” tienen también la ventaja de que por su naturaleza acumulativa desvinculan la pena a pagar del crimen cometido. Los criminales no sufrirán multas o cárcel de acuerdo al crimen que cometieron, sino que sus delincuenpuntos acumulados dictarán cada vez su sentencia. A mayor cantidad de crímenes, mayor pena cada vez. Por supuesto, los crímenes más graves aportarán más puntos al balance y harán que la pena sea más severa.

Pero yo me voy más lejos.

Una de las mayores quejas que yo tengo con el sistema judicial cuando juzga a los famosos “delincuentes menores de edad” es que nunca evalúan a los adultos responsables de dichos menores. Si bien pienso que la edad no hace ni más ni menos delincuente a una persona, creo que sí aplica para fines de responsabilidad tutoral o parental. Es decir, un menor de edad es responsabilidad de sus padres o tutores. Sus delitos deben ser juzgados a la luz de dicha responsabilidad.

Uno de los mayores principios de la ley es que la responsabilidad de un crimen es intransitiva. Nadie puede, ni que se ofrezca, ocupar la celda de una persona que es juzgada y declarada culpable de un crimen. Sin embargo, cuando se trata de menores de edad, yo creo que el entorno adulto de ese menor tiene responsabilidad contraída en el crimen cometido. El deber de los adultos es el de vigilar y corregir a sus menores. Cuando un menor delinque, es un síntoma inequívoco de que uno o varios de los adultos de su entorno fallaron en esa responsabilidad. Eso debe castigarse. ¿Cómo? Con delincuenpuntos.

Cuando un menor de edad comete un asesinato, sus delincuenpuntos aumentarán de manera correspondiente y a la luz de ellos, recibirá una pena acorde con el crimen cometido. Pero a la vez, los adultos que tenían contacto con el delincuente también recibirán un aumento en sus delincuenpuntos por no haber corregido a tiempo al criminal. Los adultos también deberán responder ante la justicia cuando sus delincuenpuntos transferidos alcancen cierto nivel de alerta y podrían perder el derecho a tener a sus hijos bajo su techo definitivamente.

¿Cómo un “pamadre” evita que su perfil se afecte por un hijo delincuente? Haciendo notar a las autoridades que su hijo o su hija tiene una trayectoria delictiva conocida. Las autoridades, entonces, deberán actuar para evitar mayores daños o para apresar al menor.

Finalmente

El sistema de delincuenpuntos parece un relajo y me imagino que los abogados que lean esto estarán c*gándose de la risa. Seguramente dirán que es una utopía, que un sistema así tendría muchos problemas, que su aplicación es inviable, que en ninguna parte del mundo las cosas se hacen así… ¡qué se yo! Les recuerdo que yo sólo soy ingeniero, de leyes sólo sé que existen para que los jodidos sigamos jodidos y que los hábiles las tuerzan a su conveniencia. Sin embargo, me parece a mí que los delincuenpuntos son una manera más humana y justa de corregir los males que suceden en nuestra sociedad.

¿Y usted, qué opina?

5 Comments El crimen no tiene edad

  1. Evelyn Soriano

    Yo no sé si los puntos serán viables..a grosso modo, me parece buena idea. La reincidencia de delitos (acumulación de puntos) debe valer algo para dar más peso, más castigo a una persona (sea menor o mayor). Arbol que nace doblao, jamás su tronco endereza. Dejemos ya de tratar de culpar a otros por nuestras malas acciones: sé de tipos que han salido de hogares donde Charles Manson hubiese sido un niño de teta, sin embargo, son personas de bien hoy en día. Y se dá lo inverso también: hogares estables y modelos de padres de donde salen Ted Bundys. La fiebre no siempre está en la sábana.

    Con puntos o sin ellos, que los menores paguen según su delito. Si con 9, 12 o 18 tuvo el tupé suficiente para violar, matar o robar con homicidio incluido, planificar estas cosas y tener los timbales necesarios para ejecutar lo planeado, yo no tuviera piedad. Si en nuestro país solo podemos darles años de cárcel, pues que sean los más dependiendo lo cometido!!

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  2. Oliver Cruz

    Totalmente de acuerdo con los delincuenpuntos…eso serviría hasta para admitir gente en un residencial…y de esa manera tener una especie de cicla delincuencial de la gente…

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  3. Juana

    Excelente!
    Si sumamos ramplimazos (canning) y la pena de muerte como castigo final a un balance X de delincuempuntos (m antes de p?) empezaríamos a podar todas las ramas que no dan fruto de la sociedad.

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  4. Hector

    Totalmente de acuerdo. En primer lugar con tu posición frente a los criminales menores de edad. La discusión, aunque con un tema diferente, no es nueva. A veces me pregunto qué clase de personas son las opinan en el medio. Algo tan lógico como esto no debería ni estarse discutiendo. Como explicas, la raíz del problema de la delincuencia es muy profunda, va desde nuestro sistema económico, la tasa de desempleo, la desigualdad en ingresos, la pésima calidad de la policía, la aun peor calidad del sistema penal, etc… Lo que muchos plantean es que hay que solucionar estos problemas y la delincuencia se resolverá, pero eso es como tratar de llenar un vaso de agua con un agujero en el fondo. Primero hay que tapar el agujero y después echarle agua. En este caso, hay que combatir la delincuencia a corto plazo y preparar la solución al problema inicial a largo plazo. Iniciando con los esfuerzos a corto plazo a un 90% y a largo plazo a un 10%, a medida que pasa el tiempo estos se irán equilibrando hasta que se inviertan los valores. No sé por qué razón siempre quieren irse al destino final sin pensar en el camino que hay que recorrer para llegar ahí…

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