La miopía de las Águilas Cibaeñas BBC

Quizás esté de más recordar que soy Aguiluchísimo, pero como yo no soy twitstar, siempre habrá personas que entrarán a mi blog sin conocerme. Sea esta una simple prueba. Y si eso no basta, vayan a esta limonada.

Yo Soy Aguiluchísimo

Supongo que queda claro que "Yo Soy Aguiluchísimo"

Nuestra pelota

El béisbol criollo es fundamentalmente sentimiento sui generis. Genera una cantidad de pasión que no la tiene ninguna otra actividad. Todo el tiempo oigo hablar de que “fulano se convirtió” a alguna denominación evangélica o que las iglesias se afanan por llevar su mensaje a los jóvenes, muchos de los cuales prefieren escuchar las prédicas de Pablo Piddy en cualquier colmadón. Y en la política pasa mucho peor. Las elecciones pasadas han dejado docenas de ejemplos bien frescos de la venta de conciencia, el transfugismo, el arribismo y el bucamelomío. Ni la religión ni la política pueden competir con la fidelidad del fanático por su equipo del béisbol local.

Voy más lejos: a veces, ni siquiera las relaciones de pareja pueden. “Primero hay que matarme” dicen las esposas aguiluchas ante el deseo de sus maridos de que apoyen a los Tigres. “Por buena que esté, yo no me meto con mujeres escogidistas” han dicho cientos de azules. “Esos dos no creo que duren mucho, si él sigue insistiendo en abonarse con los Toros”. La verdad es que en béisbol, el equipo se tatúa en lo recóndito de la psique con una marca indeleble que no conoce geografía ni envejece. Hay personas que se fueron del país hace muchos años y siguen a su equipo donde quiera que estén (el 20% de los foristas en Aguiluchos.com son fanáticos de la diáspora) y ni hablar de que las Estrellas Orientales, con 44 años sin ver un campeonato, aún tienen simpatizantes que van al Tetelo Vargas.

Las marcas de los equipos de béisbol se cuentan dentro de las más fuertes de nuestro país, en especial las de los Tigres del Ticey y las Águilas Cibaeñas. Los Leones del Escogido, luego de la inmejorable gestión de la familia Bonetti, ha venido incrementando el valor de su marca cada año. Y de eso es justamente que se trata todo, del VALOR que tienen las marcas del béisbol.

Luichy Sánchez Peralta, famoso ejecutivo y accionista de las Águilas Cibaeñas, comentarista de su cadena, periodista, historiador de béisbol y muchas otras funciones que no recuerdo, escribió en octubre de 2010 un interesante artículo que tituló “El valor de una marca”, y que pueden consultar en el foro de Aguiluchos.com en este enlace. De ese artículo son los siguientes extractos:

“De los seis equipos que integran la LIDOM, ¿cuáles son las marcas de mayor valor? La respuesta inmediata es: ‘las marcas Águilas y Licey’. Independientemente a que estos dos equipos ni siquiera estuvieron en la pasada serie final [enero 2010, disputada entre Leones y Gigantes], existe un asunto que se llama resultados históricos, a largo, mediano y corto plazos, así como otro asunto que se llama fanaticada”.

Luichy concluye diciendo:

“Para quienes están acostumbrados al éxito, la derrota es como un ave de paso. Sólo denle seguimiento a eso”.

Quiere esto decir que Luichy está bien claro en que la marca “AGUILAS CIBAEÑAS” vale una loma de cuartos, aunque estemos pasando por un período de sequía en campeonatos que ya lleva cuatro eneros. Quienes entendemos un poquito el negocio de la Liga Dominicana  de Béisbol Profesional lo sabemos.

Salto al centro, nene

Pareciera que mi interés es hablar del béisbol dominicano, pero en realidad me interesa hablar del baloncesto. Desde hace unos años vengo viendo un fenómeno interesante en Puerto Rico. Mientras la Liga de Béisbol del vecino país apenas subsiste vadeando dificultades, el baloncesto boricua se ha fortalecido en todos los sentidos. La histórica rivalidad que se ha dado entre nuestras islas ya no se libra en la pelota. Otrora el rival más temido, la verdad es que ya nuestro país tiene a Borínquen como la mona de tratear en béisbol. Ahora bien, en baloncesto, la cosa es muy diferente.

Me llama poderosamente la atención un detalle: En Puerto Rico muchos de los nombres, logos y colores de clubes deportivos se consolidaron detrás de una marca única. Así, los Gigantes de Carolina, Indios de Mayagüez, Vaqueros de Bayamón, Criollos de Caguas, Leones de Ponce y los Cangrejeros de Santurce tienen equipos de béisbol y también de baloncesto. ¡Hasta hay un equipo de voleibol femenino de las Criollas de Caguas! El fenómeno sucede en otras latitudes también, como en España (por mencionar el Barça) e Israel, aunque no conozco tanto el caso como con Puerto Rico.

¿Es la norma? No. Realmente no es común que los dueños de equipos de una liga expandan sus marcas a equipos en otra liga deportiva diferente. Sin embargo, nuestro país presenta una coyuntura muy interesante que viene fortaleciéndose desde que surgió la Liga Nacional de Baloncesto de las cenizas de la Lidoba. Es algo que comenté en privado con mi némesis Pedro Genaro en una de esas conversaciones que ya casi no tenemos, y también, en un breve diálogo de pasillo, con Chilote Llenas, back, way back to 2005.

¿Por qué el baloncesto boricua ha subido tanto?

La realidad es simple: El baloncesto es un deporte mucho más eficiente que el béisbol en términos de costo/beneficio. La Liga de Béisbol boricua viene de capa caída y hace años que sospecho que desaparecerá ahogada en números rojos. Mantener equipos de béisbol, estadios y cadenas de transmisión para una fanaticada de 5mil personas no es sostenible, y eso es una espada de Damocles que pende de la cabeza del béisbol de la Isla del Encanto. En contraste, el baloncesto involucra menos personas por equipo, se juega en espacios techados de mucho menor mantenimiento y genera una cantidad de emociones muy alta. Si a esto le sumamos una sólida inversión monetaria, es justo entender que el baloncesto esté llenando más estadios e convirtiendo más simpatizantes en fanáticos. Sospecho que esas son algunas de las razones por las que el baloncesto ha emergido como el deporte profesional de más arraigo en la vecina isla, dejando detrás al béisbol.

Nuestro país es diferente. Aquí el béisbol todavía puede darse muchos lujos. Los precios de las boletas pueden subir mucho más para albergar miles de fanáticos que irán a ver los equipos tradicionales, aunque cada vez los hombres en el terreno sean de menor calibre gracias a las asfixiantes trabas que la MLB pone a la LIDOM, y a que la mayoría de los jugadores que se da su primer jumo de dólares en la gran carpa quiere salarios poderosos que los equipos locales no pueden pagar.

Yo no creo que nuestra pelota vaya a desaparecer, cuando menos no me huele a muerto como el béisbol boricua. De seguir el derrotero actual no creo que la pelota boricua aguante cinco años más sin recesar más de una temporada. Sin embargo, la LIDOM y sobre todo los dueños de equipos criollos necesitan mirarse en el espejo de Puerto Rico y cuanto antes, mejor.

¡Bombazo de tres!

Con el surgimiento de la Liga Nacional de Baloncesto en nuestro país, el deporte del aro y el balón vive sin dudas su mejor etapa. Durante años se buscó la forma de crear un torneo que fuera más grande que el que organizaba Lidoba y que saliera del formato de barrios que se usaba cuando la Fedombal organizaba el torneo distrital. La disposición estaba, pero faltaba un componente crucial: Dinero.

Así, un grupo de empresarios dentro de los que sobresalen los mismos Bonetti de los Leones del Escogido, armaron la LNB con un formato nacional y con la participación de equipos de todas las regiones. La liga actualmente tiene ocho conjuntos: Leones de Santo Domingo, Cocolos de San Pedro, Cañeros del Este, Huracanes de Puerto Plata, Metros de Santiago, Indios de San Francisco, Reales de La Vega y Titanes de Santo Domingo.

De los ocho conjuntos de la LNB, dos vienen apadrinados por empresarios del béisbol criollo: Los Leones de Santo Domingo comparten con el Escogido hasta el león rugiente, y los Cocolos de San Pedro son tan verdes como las Estrellas Orientales. Supongo que por cuestión de fucú son “cocolos” y no “estrellas”… Lo que me llama la atención es que para el torneo de este verano los Titanes de Santo Domingo serán manejados por el Club Atlético Licey, pasando a llamarse Titanes del Licey.

Más aún, los Cañeros del Este tienen la bendición del dinero de Frank Micheli y sus Toros y apuesto que los Indios de San Francisco representan más esperanza para esa ciudad que los Gigantes (no sé si hay dinero de los Genao en eso, pero no me asombraría).

¿Ven la tendencia? Peor aún, ¿hicieron el conteo? Leones y Leones ambos rojos, Tigres y Titanes de azul, Estrellas y Cocolos van de verde, Gigantes e Indios son color vino y los Toros y Cañeros, si bien son los menos identificados, tienen coincidencias gerenciales que son importantes.

¿Falta alguien, no?

Las Águilas Cibaeñas no se han involucrado en temas de baloncesto. Y por lo visto, no lo harán. Con la noticia de que los inquilinos del lado izquierdo del Quisqueya también tendrán presencia en el Virgilio Travieso Soto, algunos aguiluchos albergamos la esperanza de que las Águilas Cibaeñas dieran el mismo paso. El sábado, Luichy Sánchez Peralta, el mismo que cité varios párrafos atrás, se encargó de “matarnos el cocote”.

AC no tiene interés en el baloncesto

AC no tiene interés en el baloncesto

A las AC sólo les interesa el béisbol

A las AC sólo les interesa el béisbol

Ganar torneos en LIDOM

Ganar torneos en LIDOM

El buen amigo Luichy luego plantea que antes de invertir en un equipo de baloncesto, preferiría fortalecer la Liga de Verano del Cibao. Sugiere que esta liga “tiene más futuro que el baloncesto”.

El planteamiento de Luichy es interesante. Es cierto que la mayoría de las provincias del Cibao no cuentan con equipos de béisbol profesional y que tiene mucho sentido estimular que surjan rivalidades que permitan fortalecer un torneo de béisbol en el verano. En donde no me cuadra la jugada es en pensar que esa liga tenga más futuro que el baloncesto.

Analicemos el caso

En una liga de béisbol de verano nunca verán acción estelares que tengan vida útil o al menos esperanzas de jugar en la gran carpa o en las ligas asiáticas (Japón o Corea) o incluso en la Liga de Verano en México. Estoy consciente de que lo que Luichy desea es que nuestra liga de verano cobre tanta importancia como la de México, la cual realmente genera interés y titulares. Aquí se paga en pesos. Fuera de aquí, en dólares. Y en promedio, mucho más que lo que se paga aquí. Quiere decir que la liga de verano de Luichy sería una colección de novatos en desarrollo y veteranos que no encuentran trabajo en ningún otro lado. Eso no es pecado… pero ¿tiene más futuro una liga así que el empuje que viene teniendo la LNB? Vamos, Luichy, dobla en U que te pasaste.

No solamente en Puerto Rico el baloncesto ha venido calando y masificándose. Lo mismo pasa en nuestro país, y la evidencia está en todas partes. No tengo estadísticas formales, pero veo más canchas de baloncesto en los barrios que parques de béisbol. Veo más fácil que un grupo de amigos se ponga a jugar baloncesto cualquier día, que pelota. Y para mayor brillo, el baloncesto criollo tiene chance de presentarse en los Juegos Olímpicos de Londres… cosa que nuestro béisbol no puede alcanzar porque ese deporte fue excluido del programa, quizás por siempre.

Pero hay razones más estratégicas que me indican que Luichy está pisando en falso. ¿Quién es el mayor enemigo que tienen las ligas de béisbol profesional en todas partes? Major League Baseball. Los ejecutivos de grandes ligas no han respetado fronteras ni nacionalidades. Hoy día regulan todos los aspectos de la vida profesional de los jugadores, disponiendo de ellos como peones que pueden utilizar a su antojo. La MLB obliga a todos los jugadores a “pedir permiso” para jugar en la tierra que los parió. Arbitrariamente, tienen derecho de hacer una llamada y detener el accionar de cualquier pelotero, simplemente porque no les gustó que se deslizaran de forma agresiva. Han inventado todas las marullas posibles para desestimular que los estelares jueguen aquí y no van a descansar hasta que sean capaces de tratarlos como esclavos de sus intereses. Es la MLB y nada más, lo que ha venido ahogando el béisbol boricua y lo que le añade lastre al nuestro. Esa es una realidad meridiana que todos conocemos.

La National Basketball Association se maneja diametralmente diferente a como funciona la MLB. Mientras un hijo del batey que no sabe decir ni “pollito chicken” puede ser firmado por un equipo antes de ser legalmente mayor de edad, la NBA requiere que los jugadores pasen por un proceso de entrenamiento en donde los estudios formales son parte integral. Es decir, la NBA exige que los jugadores que vayan al draft anual sean egresados de colleges y que tengan un muy buen nivel académico. No es común que un jugador entre a la NBA sin pasar por una institución educativa gringa, aunque se empiezan a dar casos.

¿Por qué esto es importante? Porque garatiza que la NBA no está cerca de venir a meter sus narices en nuestros barrios para “secuestrar” jugadores para hacerse ricos con ellos, como la MLB hace en nuestras fincas de peloteros. Los ejecutivos de la LNB en nuestro país tienen mucho menos presión que los de LIDOM para armar sus equipos. Y aquí el talento para el baloncesto brota silvestre en todas partes.

La oportunidad de negocio

Luichy alega que las Águilas no se quieren desenfocar y que lo que deben hacer es ganar torneos en LIDOM. Su planteamiento resulta curioso cuando el equipo campeón de la LNB el año pasado fue el de los Leones de Santo Domingo, regenteado por la misma gerencia que en enero pasado se coronó en la LIDOM con los Leones del Escogido (joder, ¡cuánto me duele esa herida todavía!). Y no fue que los Leones llegaron a la Serie Final de chepa, sino que se pasaron el torneo completo rompiendo brazos y estableciéndose.

Los Tigres del Licey han visto en la LNB una importante oportunidad de negocio y se lanzaron a comprar el 51% de las acciones de los Titanes. ¿Significa que el Licey será la mojiganga del torneo de béisbol venidero? Con todo mi corazón quisiera que fuera así, pero yo nunca apostaría a eso. Los Tigres han hecho los amarres necesarios para manejar ambos equipos con personal independiente, apoyándose uno con otro en lo que pueda ser útil.

¿Por qué Leones y Tigres se han lanzado de lleno al baloncesto? Porque ven la oportunidad de negocio que tiene utilizar SU MARCA en el baloncesto, algo que provocará un fuerte apego emocional que de por sí ayuda mucho. ¿Por qué las Águilas no pueden hacer lo mismo? Hay dos posibilidades que se me ocurren:

1) No tienen el dinero para comprar una de las franquicias existentes, en este caso los Metros de Santiago. Esto es perfectamente normal y válido, pues no necesariamente las Águilas tienen una máquina de imprimir papeletas. Además, en el momento mismo en que surgieron los Metros de Santiago, y con el grupo empresarial que tienen detrás, a las Águilas les va a costar mucho dinero comprar ese conjunto.

2) No tienen el personal idóneo para administrar dos conjuntos. No me imagino a Chilote ni a Luichy bregando con baloncesto, pero no me digan que no pueden encontrar quiénes lo hagan.

¿Qué arriesgan las Águilas?

Por ahora, nada. Nuestro béisbol es fuerte y seguirá siéndolo por una buena cantidad de años más… pero el baloncesto sólamente sabrá masificarse y con cada torneo de la LNB se hará más llamativo y llenará estadios como Dios manda. Eso quizás no suceda en los próximos 2 años, pero si a apostar fuéramos, apostaría que si las Águilas no se meten en baloncesto, lo lamentarán profundamente.

Y espero que Luichy lo recuerde.

4 Comments La miopía de las Águilas Cibaeñas BBC

  1. Oscar Alejandro

    Excelente articulo. Sin desperdicios el análisis sobre la oportunidad de negocio.

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  2. Alexéi

    Real Madrid tiene equipos de baloncesto y balonmano. En Argentina sucede lo mismo con Boca Jrs y Racing. Es una pena que el equipo de nuestros amores no lo vea de esta forma.

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  3. Jonathan

    Mas de acuerdo no podria estar con todo lo que planteado. El amigo Luichy Sanchez (no se porque) me recuerda los viejos robles de los partidos politicos tradicionales.
    En baloncesto soy seguidor de los Reales de la Vega y me preocupaba ver como los demas equipos de la lnb eran adquiridos por personas, consorcios o grupos poderosos. Esa preocupacion termino porque recientemente Reales fue comprado por Mercasid, lo que garantiza que sera un equipo con buen presupuesto y digno competidor de una cada vez mas exigente liga.

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