Señorita Maestra y el adoctrinamiento

Estaba leyendo un post de Juan Isidro sobre las Islas Malvinas y la guerra entre Argentina y Gran Bretaña de cuyo inicio  recientemente pasaron 30 años. Aunque yo era un chamaquito en 1982, todavía recuerdo aquella guerra y siempre me extrañó que fuera entre dos países bien lejanos, sobre un territorio tan pequeño, casi deshabitado… básicamente un par de piedras en el Atlántico Sur. ¿Para qué tanto joder por un chin de tierra en medio de la nada donde ni siquiera había Internet?

El YouTube de esos años para mí, al igual que toda la juventud de los ’80, era la televisión. La burda, tosca y aburrida televisión que recibíamos en años pre-Telecable y que consistía en un puñado de canales que tocaban el Himno Nacional a las 10 de la mañana y a las 10 de la noche apagaban, también con el Himno, y se instalaba “la lluvia”.

No recuerdo en qué canal pasaban “Señorita Maestra” pero sí recuerdo que fue viendo a la inolvidable Jacinta Pichimahuida educar a Palmiro, Etelvina, Cirilo, Siracusa y el resto de las “blancas palomitas” –así decía Efraín–, que empecé a odiar a los británicos por ser tan indolentes y egoístas. En la serie siempre ponían letreros donde decían que “Las Malvinas son Argentinas” y por ahí empecé a interesarme.

No pasó mucho tiempo sin que el conflicto bélico se convirtiera en un tema de “apoya a Argentina porque es de América Latina” y empecé a ver noticias en la prensa de esos años sobre el apoyo que otros países de la región daban al gobierno militar para que reclamara las islas. Sin embargo, yo no necesité más instrucción que ver a Cristina Lemercier con el letrero de “Las Malvinas son Argentinas” para convertir mi adoración por Jacinta Pichimahuida en apoyo a la Junta Militar…

¿En una serie infantil, un mensaje político? Así era. En este vídeo puede verse ya al final el recuadro donde figuraba la frase, a la que al final de los episodios le daban cámara para que el mensaje quedara grabado.

Así funciona el adoctrinamiento. No me ocupé en profundizar sino que viendo una de mis series de la infancia me pusieron en contra de Inglaterra y a favor de los pibes sin explicarme nada, solamente usando a Jacinta Pichimahuida frente a un letrero en su aula. Apostaría que esa inserción en Señorita Maestra logró generar un caudal de apoyo irreflexivo en gran parte de la América hispanoparlante que emocionalmente pasó a apoyar un régimen violento en una acción invasora y descabellada.

Por eso es que siempre me ha parecido que la capacidad de investigar, analizar y preguntar “¿por qué?” es la más valiosa virtud que puede cultivar una persona que quiera ser realmente independiente de criterios. No seamos pendejos, cuestionemos todo, siempre.

3 Comments Señorita Maestra y el adoctrinamiento

  1. Rocío Díaz

    Así como tú de seguro miles de jóvenes apoyaron a Argentina por efecto de esa serie. Un verdadero ejemplo de adoctrinamiento a la manera “inocente”

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  2. Pablo

    POr aca en Chile, también vimos Señorita Maestra, lo que me llamaba la atención era el mensaje que señalas y la canción que coreaban todos, “Las Malvinas Son Argentinas.. la la la laaaa “, pero no me motivó a odiar a los ingleses, al contrario, el sentimiento era otro, mis compañeros de colegio decian que se iban a pisar la huasca … y así fue, inclusive tuvimos a un compañero Argentino, pero no lo molestábamos, lo más heavy fue ver en tv la destrucción de unos aviones argentinos por fuego de misiles británicos, para mi Cortesse era un compañero más de colegio y nada más…

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