La vaca de Fulano

Quiero empezar pidiendo perdón a todas las mujeres que lean esta limonada y puedan sentirse ofendidas o desconsideradas por mí. Realmente no escribo con intención de agravarlas y si lo piensan un poco, creo que podrían coincidir conmigo en que mi posición las favorece.

¿Alguna vez les he dicho cuánto aborrezco algunas leyes anacrónicas, patrimoniales y eminentemente machistas? Nuestra sociedad esta plagada de ellas, residuo de una historia de abuso sistemático sobre la mujer.

Tomemos por ejemplo la ley que indica que los hijos deben nombrarse primero con el apellido del padre y luego el de la madre. Me parece absurdo y lacerante el que una mujer divorciada (como ya son casi o más de la mitad de las que alguna vez se casaron) tenga que criar hijos con poco (o ningún) apoyo de la figura paterna y tener que mencionar el apellido del padre (demasiadas veces “irresponsable”) cada vez que lo inscribe en algún lado, que lo llaman por nombre completo y todo eso. No tengo cifras, pero apuesto a ciegas a que son muchas más las mujeres que se ocupan de sus hijos que los hombres que verdaderamente asumen la paternidad como debe ser.

Ya dije hace unos años que yo SIEMPRE utilizo mis dos apellidos y aprecio muchísimo a las personas que hacen ese gesto, el cual para mí es un tributo a la madre. Sé que en países como Estados Unidos el apellido materno literalmente desaparece (al punto que la mujer al casarse lo pierde), pero me revienta la situación en países como el nuestro, donde no tenemos necesidad de prescindir del apellido de nuestras madres, y aún así pocas veces lo usamos.

La mujer, propiedad del hombre

El famoso chiste dice que los mandamientos de Dios son 10 ó 9, dependiendo del género de quien los lee, porque para las mujeres, el noveno no aplica, ya que se le habla al hombre y el no codiciar “las posesiones” de su prójimo… dentro de las cuales, “la mujer del prójimo” va incluida, como una vaca más del ganado.

Y antes de que venga la horda de escatológicos a explicarme lo que “debo entender” de ese texto, me refugio en decir que este y miles de textos “sagrados” de la Biblia y de otros libros religiosos han ayudado por siempre a perpetuar el estigma de que es correcto que la mujer sea “del hombre” pero no al revés. La propiedad es solo masculina. A la mujer, sumisión, y si jode mucho, un golopón (ah, pero ese es otro tema, perdón… volvamos).

Yo creo en el matrimonio, pero no en todas las pendejadas que nos enseñaron. Soy divorciado, pero JAMÁS pedí ni estimulé a mi esposa a ser “de Martínez” porque el primero que se ofendería con algo así sería yo mismo. Yo no poseo a ninguna persona, ni siquiera a mi propia hija, mucho menos a una mujer. Esa partícula “de” para enlazar el apellido del esposo me suena brutalmente esclavizante, abusiva, anacrónica, innecesaria, unilateral e injusta. ¿Por qué, si el matrimonio es un acuerdo entre iguales, no pedir que el hombre igualmente lleve el “de” con el apellido de su esposa? ¿No es lo igualitario y justo?

¿Por qué se sugiere (no sé si esto es actual, pero hasta hace 10 años lo era) que cuando la mujer se casa, modifique su cédula  de identidad y electoral para que incluya el azaroso “de”? Si bien la ineficiencia de nuestros sistemas no hace que esto sea ya tan común, pero el procedimiento es ese; si la mujer cambia a casada, debe incluirse el apellido del marido. Pero no lo contrario.

Ahora bien, estas divagaciones mías serían pura paconga si la cosa fuera simplemente que la mujer (por pendejadas legales) necesita adicionar el apellido de su marido. El problema es que todo va mucho más allá.

Mujeres que atentan contra su identidad

‎La identidad en pedazos

‎La identidad en pedazos

Hay mujeres que declinan usar AMBOS apellidos con los que fue declarada al nacer para darse a conocer con el famoso “de mengano”. ¿No es una asombrosa falta de respeto a sus propios padres y a sí misma? ¿Cómo un hombre permite que su mujer reformule su nombre para pasar a ser un mueble más de la propiedad del hombre? ¿Es que se están volviendo locas?

¿Qué puede estar pasando por la cabeza de una mujer que deja de usar sus apellidos naturales para asumir uno que no tiene garantías de permanencia, que no le aporta nada sino que al contrario le complica las cosas (ya no es “Herminia Berigüete Florimón” sino “Herminia de Brazobán”, con todo lo que implica en documentación legal). ¿Sólo porque el apellido del marido “suena a cuartos”? Coño, ¿tan mal estamos?

Yo les he dicho antes que NO soy abogado. No sé de leyes casi nada. Sólo soy un hombre que mira el discurrir de las cosas con un ojo analítico y se cuestiona el por qué de tantos sinsentidos que ocurren. Termino afirmando que creo firmemente, que las mujeres que usan el “de esposo” están voluntariamente cediendo toda su personalidad e identidad ante alguien que en muchas ocasiones ni siquiera lo merece.

Y usted, ¿qué piensa?

22 Comments La vaca de Fulano

  1. YiYi

    Como siempre me encantan tus escritos, soy fiel lectora de tu blog aunque no soy de comentar (Tanto asi que este comentario lo estoy dejando porque me lo sugeriste, jajajaja).

    Estoy totalmente de acuerdo con tus planteamientos mencionados anteriormente. En nuestro pais no solo pasa la adiccion del “de” en la Cedula de Identidad tambien sucede en el Pasaporte “/

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    1. Darío

      Pos gracias por siempre leer y porque por fin dejaste un comentario 🙂 Eso es como el aplauso.

      Nada, a ver si la gente hace conciencia.

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  2. Paola Chaljub

    Ayyyyy Darioooooo! temo no dejar ni un sorbo de limonada para el resto de tus lectores…cuanto coincidimos en este post! A mi me suena a esclavitud, a siglos pasados y tan obsoleto e injusto!
    Como tu, soy partidaria de usar los dos apellidos y siento que honro a mi mama con eso de hacerlo!
    Un abrazo!

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    1. Darío

      Pues me alegro. Yo apoyo que esas vainas se dejen de usar, que se eliminen de cuajo. Y aplaudo quienes usan ambos apellidos. ¡Bien hecho! Lo mismo con los hijos, que los usen ambos.

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  3. Jorge T

    Muy de acuerdo!!! Agrego una discriminacion linguistica mas: a la mujer se le trata diferente si es casada o soltera: señora o señorita. El hombre es siempre señor. En otros paises eso se considera discriminatorio.

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    1. Darío

      Excelente punto, Jorge… Una vaina más de tiempos que son ridículos. Gracias por el limón, bienvenido por este espacio!

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  4. Yolanda Martínez

    El “de” es un USO odioso, ni siquiera es LEY. Aparte de anacrónico e injusto, llama la atención que es voluntario! Esto es, ninguna mujer está obligada a usarlo, ninguna ley la obliga. No hay que ir al Congreso a proponer nada, solo dejar de usarlo. Sobre la biblia te recuerdo que en la dispensación de la Gracia (advenimiento del Cristo) Jesús dejó este mandamiento, anulando el período de la ley: Amarás a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo. Feliz Navidad a limonazos limpios!

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    1. Darío

      No sé si es Ley o no (reitero mi miopía jurídica), sólo sé que conozco casos cercanos en los que al casarse ellas fueron “sugeridas” a hacer el cambio. Pero como quiera que sea, el hecho de que haya un procedimiento que permita dicho cambio es indicativo de que existe ese anacronismo. Aspiro que cuando un oficial de registro civil reciba una petición de adición de “de mengano”, dicho oficial le de un boche a la solicitante. O al menos una charla.

      Sobre lo de la Biblia, introduje el tema porque tengo la convicción de que demasiado del legado machista-abusivo que tenemos, sobre todo los países cristianos y musulmanes, viene dado por textos como ese. Y a pesar de lo que mencionas, que no aspiro a que se convierta en un debate religioso (aunque sé que lo inicié yo mismo), a la mujer se le manda a ser sumisa, que su cabeza es el hombre, que calle en la iglesia, y demás linduras que me parecen tan injustas como la Ley de Moisés o Torah. Pero como digo, esto va más allá del debate religioso.

      Gracias por la visita, Yolanda! 🙂

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      1. Yolanda Martínez

        Ah pero ese debate es buenisimo! Porque se omite convenientemente lo que la Biblia manda a hacer a los hombres. Y sobre callar en la congregación, tiene que ver con la situación específica de la iglesia de Corinto. Asi que se trata de una manipulación legalista de la Biblia hecha por hombres en perjuicio de la libertad de las mujeres. En realidad el mismo Pablo de Corintios aclara que no hay acepción de personas. Pero es largo el debate. Un abrazo cristiano-feminista.

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        1. Darío

          Sí, ese es el “problema” con las epístolas, que fueron escritas inicialmente para un público particular. Pero en fin, con altas y bajas, creo que lo importante es comprender que la mujer no es propiedad del hombre, y quizás las primeras que necesiten entenderlo son muchas que usan “con orgullo” el “de zutano”.

          “Ajualá” estemos avanzando hacia una sociedad sin costumbres y tradiciones sexistas.

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  5. Walkiria

    No he visto nunca ninguna legislación que obligue a la mujer a usar el “De”. Como dice la segunda parte de tu escrito, ellas voluntariamente, así lo hacen… Y he visto por hay mujeres de gente “importante” que se ponen el apellido del marido, la ridiculez andante. Mas quien quiera andar con el apellido de su esposo a rastra, amen.

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    1. Darío

      Como he dicho, de leyes poco sé. Pero el hecho de que haya la posibilidad de que una mujer pueda modificar su nombre con el “de mengano” me basta para que sea suficientemente ridículo. Por otra parte, lo peor de todo es justo lo que señalas, que todo ese uso es voluntario.

      Thanks!

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  6. Argénida Romero

    Hola, Darío.

    Por casualidad, hace unos meses tuve una discusión interesante sobre este mismo tema. Me parece un arcaísmo y una falta de independencia y amor propio eliminar tu referencia familiar por asumir la de tu esposo. No hay nada que te obligue, al menos no en RD.

    Yo seguiré siendo Argénida Romero toda mi vida, casado o no.

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  7. Paúl Luna Espinal

    Sinceramente, a mi me da una cosa cuando ojeo una revista de sociales y me encuentro con una “Célida de Luna”, obviando sus apellidos (por si acaso, Célida de Luna es Célida Espinal López, mi madre, sólo usé su nombre de ejemplo).

    Curiosamente, muchas amigas me han dicho que les gustaría casarse conmigo, porque el apellido “de Luna” pega bien con cualquier nombre 😛

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  8. Moni H

    Hola Dario:
    Es extraño – Mas no desconocido- Un hombre que coloque no solo este tema en debate sino que lo defienda. Cuando mi madre fue a renovar su cédula – por motivos legales- le exigieron que si era casada debía de ser Carmen de Hernandez y mi madre vale la pena recalcar que se le regó al que le estaba haciendo la renovación de la cédula que mejor se calló pero mi madre salió bastante incómoda por esa situación. Igual cuando va a sus chequeos médicos dice su nombre de soltera y no da explicaciones. Yo no suspendo mi segundo apellido por nada del mundo aunque los Colegios y Universidades inmediatamente tratan de eliminar de las listas el segundo apellido (el materno) y que te acostumbres al ser llamada por tu primer apellido.
    En pasaporte es lo mismo: Tienes que dar tu apellido matrimonial y cambiar o renovar el documento si eres soltera al momento de expedirlo y luego eres casada. Lo mismo para solicitud de visa: te exigen que actualices tu pasaporte con el apellido de casada.

    ¡En lo personal, la madre pasa los nueve meses cargando contigo en su vientre! ¿Acaso no merecen que sus apellidos salgan en tus documentos!?

    Es un precio muy bajito para tal sacrificio por 9 meses y el resto de tu vida.

    Feliz Martes… Si, es martes 😉

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  9. Rossy

    Hola. Siguiendo con el debate: conozco un caso de una señora que siempre ha preferido usar el “de fulano”, me imagino que por una cuestión de estatus, produciéndose confusiones con las cartas y facturas que van dirigidas a su hija (con quien comparte el nombre) y le llegan por error a ella.
    Claro, es fácil confundirse si ella se llama María de González y la hija se llama María González, por ejemplo.

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  10. laura garcia

    muy de acuerdo contigo. hay algunas que ni el DE se ponen ya, solo Herminia Brazoban. ahora, no quiero ver yo esas mujeres si se divorcian…. empezar de cero otra vez??

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    1. Darío

      Exactamente! Eso es lo triste, mujeres que insisten en darse a conocer con el apellido del marido, y luego las de Caín para recuperar su nombre. Empezando por tener que explicar que se divorciaron. Tamaña pendejez!

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  11. Asinox

    Increible, pero unas hora antes de tu publicar esto, estaba discutiendo este mismo tema con un hermano mio, yo no creo en eso de que una persona posee a otra, algunos me tachan con eso de que no “amo” o no quiero, por el siemple hecho de no usar el “de” o “mi” cuando me refiero a mi pareja y yo digo, esto es un mutuo acuerdo, nada tiene que ver con poseer

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    1. Darío

      En pleno Siglo XXI nadie, ni siquiera las propias mujeres, aceptarían considerarse “propiedad” de sus maridos. Sin embargo, muchas no pestañean para usar el “de Fulano” y algunas ni siquiera anteponen los apellidos de sus padres.

      Yo no aceptaría nunca que una mujer diga que es “de Martínez” por haberse casado conmigo. Sin embargo, en nuestra sociedad de acomodamientos, es factible ver a cada rato mujeres que lo hacen. Y después se quejan de que los maltratan.

      Yo creo que aceptar el “de Fulano” es la primera muestra de sumisión irracional. Y creo que el hombre que lo acepta o lo exige, en el fondo, va vestido de abusador.

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  12. Gabbie

    Yo en realidad no lo veo asi. Para mi, usar el nombre de mi esposo es simplemente otra manera de sentirme mas cerca a el, ninguno de los dos lo vemos como propiedad de nadie.

    Por si acaso, no es una ley, es algo voluntario, yo algunas veces firmo con el “de” otras veces no, pero en realidad, cuando lo hago casi siempre lo pongo como si fuera un 2do. apellido, porque uso primero el apellido paterno mio.

    Mi mama, para que veas, empezo a firmar con el apellido de mi papa luego de que el muriera, antes lo hacia casual, pero despues lo uso siempre que firmaba, y una vez que le pregunte eso (porque no ponia vda. sino simplemente el nombre de papi) me dijo que se sentia que seguia siendo parte de su familia, y por tanto a el. Asi que no se… Quizas yo viendolo como mi mama, no lo utilizo porque me sienta de su propiedad ni nada por el estilo, sino por algo sentimental.

    Lo que comentaba Laura, eso es muchisimo mas comun en los padres/hijos que tienen el mismo nombre porque ahi no hay ni siquiera un “de” que diferencie. En la familia de mi esposo para ponerte un ejemplo, fuimos a un hotel y habian 12 personas (todos hombres) con el primer nombre y primer apellido iguales… ya tu sabes que lio! 😛

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  13. Gi

    El tema de los apellidos es un poco complicado…soy divorciada y tuve que “devolver” uno en su momento, asi que hoy dia solo uso uno, el de mi padre…sin embargo te recuerdo que hay mujeres que quieren borrar a sus padres de su vida y padres que se merecen ser borrados…hay razones para asumir el de un esposo que es un mas hombre y mejor ser humano que lo que lo fue un padre….solo otra perspectiva!

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