Kaisha y la Justicia Privada

Kaisha, segunda desde la izquierda

Kaisha, segunda desde la izquierda

El pasado miércoles Kaisha Patricia Requena murió en la puerta de su casa, tras oponer resistencia en un simple asalto. El sábado la Policía presentó a dos individuos que según el reporte han confesado la comisión del crimen y el de muchos otros actos vandálicos, algunos perpetrados el mismo día que murió Kaisha.

Veo la foto de “Cara de Beta”, uno de los criminales (del otro, menor de edad, no se sabe su nombre ni se muestra su rostro). Leo la nota de prensa proveniente de la Policía y me invade una jauría de sentimientos. Cualquiera de ustedes seguro que podría nombrarlos:

Rabia, resentimiento, desprecio, enojo, incredulidad, ganas de venganza y justicia, suspicacia, preocupación, miedo, tristeza, dolor, impotencia…

Kaisha era una extraña para mí, pero pudo no serlo. No la conocía pero pudo haber sido cualquiera de mis amigas que llegan solas a su casa luego de un día de trabajo. El punto no es quién era Kaisha, que como es natural, examinando su historial resulta evidente que se trataba de una persona valiosa e interesante en nuestra sociedad. El punto es en quiénes nos estamos convirtiendo.

Estamos convirtiéndonos en una sociedad llena de miedo. Nos sentimos cada día más desvalidos e indefensos, porque sabemos que no tenemos protección alguna de las mal llamadas “autoridades”. No es verdad que a “Cara de Beta” y al menor delincuente se les ocurrió el pasado miércoles ir a atracar en El Millón y que de repente se encontraron con la oportunidad de Kaisha. Y no es verdad que la Policía salió a hacer una investigación pormenorizada para dar con “Cara de Beta” y el menor.

En realidad, es muy fácil saber que la investigación se hizo en un escritorio cualquiera, con un álbum de criminales lleno de fichas, y se escogió a estos dos sujetos para que fueran los estandartes de la “eficiente labor de la Policía Nacional”. Todos sabemos que la Policía conoce a los delincuentes mejor que ellos mismos. Seguramente cualquiera de nosotros puede dar un botón de muestra sobre lo anterior, y yo ofrezco el más reciente: Mi amiga Johanna Meléndez sufrió un intento de atraco el pasado sábado, del que salió con un magullón y con la suerte de que los pasantes agarraron al delincuentico. ¿Quién era? Un muchacho de 15 años, que cuando Johanna lo llevó a un destacamento, los policías lo conocían por nombre y apodo, y prácticamente le hicieron un bulto al verlo llegar.

Por eso, no me asombra para nada que la Policía haya “encontrado” a los responsables del nuevo episodio de dolor que vivimos como sociedad. Vamos, ¡que no hay que ser genios! Un crimen de este calibre no puede pasar mucho tiempo sin ser “resuelto” a escasos días de la rendición de cuentas del 16 de Agosto, donde nuestro flamante “presidentico” va a declamarnos una nueva de sus fábulas esplendorosas llena de palabras rimbombantes e ilustraciones fantásticas para convencernos de que somos lo más mono que tiene el mundo, que estamos más bien que Lola, que se está combatiendo muy fuertemente la corrupción y la delincuencia, que la economía está blindada, y que no nos debemos quejar tanto… claro, todo eso si no está de viaje en algún país de esos que hay que buscar en Wikipedia para saber en dónde quedan.

Pero bueno, el punto no es atacar a Faraonel y su labor de encubrimiento de corruptos nepóticos como Radhamés Segura. Lo que sucede es que además de los malditos apagones que no cesan en pleno Siglo XXI; además de la jodida impunidad con que estos desfuncionarios prevarican (y hasta fornican) con nuestros dineros; además de tener que aguantar a un negociante de la salud como Waldo Ariel Suero, o a un delincuente del volante como los Juan Hubieres, Antonio Marte, Ramón Figuereo y los demás “empresarios” del transporte; además de tener que chuparnos a los líderes empresariales abusivos que buscan exprimirnos sin pagar lo que vale nuestro trabajo… además de todo eso, DA MUCHO CORAJE que una mujer trabajadora, profesional, responsable, tenga que morir a manos de un par de sin-concepto afanados en buscar dinero para comprar droga y subvencionar sus malditos vicios. Pero bien, me salí del tema (aunque fue totalmente “apota”).

Volviendo a “Cara de Beta” y el menor, es como dice mi amiga Huayna Jim, nuestra Policía Nacional es más eficiente que la Interpol y cuenta con los verdaderos Sherlock Holmes (Chelo Gómez) y el señor Watson (Montro Wasón) en sus filas para “solucionar” los casos, por las buenas o por las malas. No sé si “Cara de Beta” y el menor hayan sido los verdaderos asesinos de Kaisha. Según la nota, no me asombraría que lo fueran. Al ver la foto del tipo, sin dudas merece estar preso nada más por sospecha de delincuencia a juzgar por su aspecto.

Pero en realidad, lo que importa ya no son estos tipos. Ellos pasarán ahora al circo de un juicio en el que habrá un grupito de hijos de la gran puta capaces de defenderlos y “demostrar” que son angelitos dignos de oficiar como acólitos en la Catedral. Y habrá un juez que pasará un tiempo debatiendo si son culpables o no. Y al final, con mucha suerte, los condenará a estar presos un tiempo en cualquier cárcel, comiéndose de gratis la comida que no tiene el que está en la calle empeñado en trabajar, y quedarán estos dos “santos en vida” presos una temporada aprendiendo nuevos trucos para cuando vuelva a salir en libertad, lo cual pasará más temprano que tarde. Fin del cuento con “Cara de Beta” y el menor delincuente.

Volvamos a nosotros, que es lo que realmente me preocupa más. Nosotros, los que estamos de este lado de la ecuación de nuestra sociedad, los que creemos en hacer las cosas bien hechas, en la honestidad, en la pulcritud moral, en la no violencia, en el trabajo tesonero. Los que estudiamos en las universidades con la esperanza de ser mujeres y hombres de bien, de valía en esta sociedad. ¿Cuál es el mensaje que nos dan estos hechos horrendos? Como todo, el mensaje tiene varias facetas, así que veámoslas por turno:

El mensaje para los pendejos: ¡SE JODIERON TODOS! ¡Desperdiciaron años en la universidad, pasaron una juventud y una niñez estúpida siendo criados por padres imbéciles que les inculcaron valores inservibles e impropios para esta jungla que tenemos! ¡Se jodieron por estar siguiendo el ejemplo de unos padres y madres fracasados que se pasaron una vida entera bajando el lomo como animales para darles comida, ropa, techo y un par de zapatos, que los mandaban a una escuela o hasta a un colegio de riquitos para que aprendieran las mismas idioteces que ellos aprendieron! ¡SE JODIERON POR PERDER EL TIEMPO EN ESO!

El mensaje para los delincuentes: Estamos haciendo que se caguen de miedo, que se desesperen, que comiencen a pensar en medidas extremas, y como ellos no tienen nuestro tigueraje, sin dudas nos los vamos a comer con yuca y tostones, porque nunca van a poder ser más malditos que nosotros. La Policía es nuestra mejor aliada, y estamos bien protegidos por los narcotraficantes…

Y resulta, amigos, que los delincuentes no son sólo los asesinos de Kaisha, sino que son los asaltantes comunes, los traficantes de drogas, los violadores de menores, los asesinos de profesión u ocasión, los rateros de poca monta… y claro, las mentes brillantes de los políticos que hacen las leyes y las trampas, de los diputados que no van al Congreso por más de dos años y cobran casi 9 millones por no trabajar, los banqueros que desfalcan a los ahorrantes y pretenden comprar jueces, abogados, libertad y pulcritud, en fin… la caterva de ladrones de bienes y de tranquilidad que tenemos en todas partes…

Los que aún queremos este país (o sea, los que caemos en el párrafo de los pendejos) somos cada vez menos, cada vez más débiles, cada vez más indefensos, y estamos siendo abrumados por los integrantes del párrafo de los delincuentes. Kaisha es un botón de muestra nomás. No pretendo empequeñecer en un ápice su muerte ni la tristeza que provoca su tragedia, pero ella no es más que un caso más, que por suerte agarró más prensa que los otros que no son “tan interesantes” como para vender periódicos.

Quizás al leer este mensaje más de uno pensará que “se me fue la mano” al enfocar tantas distintas aristas sociales para hablar de una joven asesinada. Yo no lo creo así. Tenemos que darnos cuenta de que los asesinos de Kaisha salieron del párrafo de los delincuentes. Tenemos que comprender que los antisociales de ese párrafo no andaban aisladamente, que no fue un accidente, que lo que pasó con Kaisha pasó con ella porque fue el infeliz valor que tomó la variable “víctima” en la ecuación del crimen que hace semanas, meses, años, vidas, está azotando nuestro país.

¿Cómo enfrentaremos estas cosas?

Ya los sensatos consejos de andar con cuidado, de vigilar constantemente, de no andar solos y demás, no son suficientes. El país está cada día más al borde de asumir como norma la “Justicia Privada”, y empezar a poner en orden las cosas por mano propia. El concepto de Justicia Privada involucra a la ciudadanía, que hastiada de la inacción o la cómplice corrupción de las autoridades, asume la labor de defensa de sí misma contra los actos de delincuencia. La famosa Ley del Talión, ojo por ojo, diente por diente.

Y les juro que yo estoy listo para hacerlo, por lo que ruego a Dios que si me toca ajusticiar a delincuentes, que al menos pueda llevarme muchos antes de caer yo mismo en las impúdicas garras de  la  “justicia” dominicana.

Hoy no tenemos a Kaisha con vida, pero ¿adivinen qué? Cara de Beta y su cómplice menor aún viven. Comen comida a las doce, duermen y despiertan, cagan, mean, y siguen planeando hacer sus fechorías desde que pasen unos días guardados. ¿Hasta cuándo, COÑO?

8 Comments Kaisha y la Justicia Privada

  1. Maryorie

    Ahora sí. Te decía, antes de que se fuera la luz aquí, que da miedo del modo en que ocurrieron las cosas. No tanto por el informe, si no por el tipo de atraco, que te puedo decir que he escuchado esa versión en varias ocasiones y una vez, hasta presencié una. Qué impotencia! Dios! Hasta dónde llegará la delincuencia en nuestro país. Necesitamos un Trujillo que le de lo mismo Derechos Humanos…

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  2. Darío

    No es la primera vez que leo sobre linchamientos de “presuntos” delincuentes, pero me parece que es interesante hacerlo notar a menos de una semana del asesinato de Kaisha:

    ——————————–
    Santo Domingo.- Un hombre fue linchado ayer lunes a pedradas, botellazos y cuchilladas por una multitud que lo perseguía luego que alegadamente lo sorprendieran robando en una vivienda de la avenida José Contreras, en el sector La Julia, mientras que en otro hecho una persona resultó herido de bala en una discusión por una jugada de dominó en el sector Cristo Rey.

    El muerto no fue identificado y según el informe policial es un hombre de unos 30 a 35 años, de tez oscura y vestía pantalón jeans azul, tenis negros y poloshirt rojo.

    La nota destaca que murió mientras era trasladado al hospital Marcelino Vélez Santana, a causa de traumas contusos en distintas partes del cuerpo y heridas penetrantes de arma blanca.

    El hecho ocurrió entre las avenidas José Contreras y Winston Churchill, según los informes preliminares de la institución.

    http://www.listindiario.com/app/article.aspx?id=111034

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  3. Lola Vásquez

    Te digo! que por situaciones como estas, es que nosotros el pueblo pendejo, estamos perdiendo los niveles de sensibilidad social y humana. En cualquier momento se presentara el caso que se dio en Venezuela donde agarraron a un violador lo molieron a golpes, lo prendieron vivo y no obstante eso, tomaron su cadáver calcinado y lo arrastraron hasta la calle principal del poblado en cuestión (no se cual es) y sabes cual era la actitud de las personas? ESA MISMA: Alegría, jubilo…tirando puras consignas apoyando y animando a quienes tuvieron o no tuvieron reparos en hacer eso!!

    Hasta ahí o mas vamos a llegar!!!

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  4. Vicky

    Mira Dario, ya uno vive en un pánico eterno. A dos días de este hecho tomé un taxi desde mi trabajo, porque el vehículo andaba en el taller, y cuando me monto a los minutos el chofer comienza a decirme, señorita si la van a asaltar no se resista, mire lo que le pasó a la muchacha esa, yo de una vez me puse “moca” iba sentanda en el asiento trasero, con los pies cruzado encima de la división que hay en el asiento detrás, por mi pensamiento no pasó que el señor me estaba aconsejando, sino que me iba a asaltar. Yo tenia medido su cuello de mi pie, pues quedaba a altura del mismo y me dije a mi misma, si se voltea para decirme que es un asalto le doy en el mismo cuello y no tendrá tiempo de hacer nada y me tiro del carro. El fin es que que tomó toda la Luperón, luego tomó la Av. Los Reyes Católica y al ver patrullas de la policia que hacen ronda por esa zona a veces, me sentí mas tranquila ( No sé por qué?, si los primeros delicuentes son ellos), hasta que tomó la Gasset y dobló hacia la calle de mi casa, me sentí a salvo de una persona que lo unico que hizo fué aconsejarme!!!!! Dios!!!

    Fueron para mi los 30 minutos mas largo de mi vida y después me dije, Dios mio, y es tan normal que uno viva ahora con este pánico, con pensar que cualquier nos puede hacer daño, Dios nos ampare a todos los que andamos en la calle de todos los delicuentes y de todos los niño que tienen licencia para matar atento a ser menor.

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  5. Ana Yessi

    Pero Darío no se di recuerda que hace unos meses 5 menores (el mas grande tenia 13 y el mas pequeño 8, me rompieron un cristal del carro para llevarse un celular, gracias a mis habilidades de vocea como loca y correr como desorbitada detrás de ellos, mientras ellos mas adelante se pasaban el celular unos con otros, las personas que se encontraban por la calle me ayudaron a capturarlos a todos, pero lo mejor del caso fue que eso ocurrió a la 1 de la tarde, pase hasta las 5 en un destacamento mientras hacíamos el papeleo para llevarlo a la cárcel de menores, entre tanto tuve que chuparme las amenazas de esos angelitos que me decían que no me apurara que nos volveríamos a encontrar en las calles y que me darían lo mío por fresca, es decir era una fresca por denunciarlos, y como a las 7 de la noche vamos para la cárcel de niños y solo dejan uno, al mas grande de 13, porque los otros son menores y no pueden meterlos presos, los menores que pasaron toda la tarde amenazándome delante de los policías en pleno destacamento, y los muy cojonudos de los fiscales al día siguiente llamándome para que llevara el celular recuperado porque era parte de las pruebas juntos a 5 cuchillos que les quitaron a “los Menores”, y les dije llenos de ira, miren coñazo, a mi no me vuelvan a llamar, por mi suelten al que dejan y que se acabe de joder to, váyanse a la misma mierda, por ustedes es que la sociedad esta así, después de ahí me llamaron 2 veces mas, no tome la llamada y ahí se acabo, al otro día perdí 1 día mas de trabajo poniendo el cristal roto, pagar diferencia en el seguro, y me sube la prima del seguro por solo estar en un lugar en el momento errado, y así me hablan de valores, de moral cuando están subiendo “niños”, que en 2 o 3 años serán peores que “cara de Beta y el Menor”, por mi que linchen a to el que atrapen, lamentablemente hemos llegado a estos extremos.

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    1. Darío

      Muy fuerte… y lo peor es que no me parece nada del otro mundo. Ese tipo de historias cada día es más común…

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  6. Individuo

    La justicia humana es defectuosa, pero a veces es lo único que tenemos.

    Hará falta que algunos tengan que ensuciarse las manos para que la sociedad se limpie. Ni edad, ni condición social. Un tiro en la cabeza, y listo.

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    1. Darío

      Suena cruel y hasta “inhumano”, pero pienso lo mismo. En Santiago ya están jartos y se han puesto a juzgar con sus propias manos.

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